A lo largo de la historia, dictadores, déspotas y demagogos han ascendido al poder ejerciendo el miedo, mintiendo y dividiendo a la sociedad. Desde los antiguos griegos y persas, pasando por tiranos como Gengis Kan y Vlad el Empalador, estos líderes han hecho que hombres corrientes cumplan sus brutales órdenes de invadir, saquear, torturar y masacrar.
El fascismo puede surgir en el seno de cualquier sociedad en la era moderna y actuar a través de la tecnología y el dinero sucio. Además de la desinformación habitual que trae aparejada, cimienta sus bases en el culto a sus líderes, quienes avivan las llamas del racismo y la xenofobia. Te invitamos a conocer cómo algunos de los gobernantes más bárbaros cuyas agendas fueron fuertemente marcadas por la muerte, encontraron su final a través de los milenios, en cuatro continentes diferentes. Como te podrás imaginar, la mayoría de ellos no se fueron en paz, lo que demuestra que, a veces, el karma existe.
Jerjes I
Jerjes el Grande, rey de Persia, fue el quinto Gran Rey del Imperio aqueménida, aunque es posible que lo recuerdes mejor por la icónica película de Zack Snyder, 300. Allí, se lo representó como un rey-dios de 2,5 metros de alto, con gusto por la ostentación. Sin embargo, en la historia, Jerjes I es famoso por su fallida invasión de Grecia, las pérdidas en Salamina y Platea, el aplastamiento de las revueltas en Egipto y Babilonia y la construcción de las ciudades de Susa y Persépolis. Jerjes partió en la primavera del 480 a.C. de Sardis con una flota y un ejército que, según el famoso historiador Heródoto, contaba con un millón de hombres y 10.000 guerreros de élite, llamados Los Inmortales… así que se podría pensar que seguramente habrá salido victorioso, ¿no?
Ahora bien, si estás pensando que murió en la batalla de las Termópilas, donde una pequeña fuerza de 300 guerreros griegos dirigida por el rey Leónidas de Esparta venció a las fuerzas persas de Jerjes, mucho más numerosas, no fue así. En agosto del 465 a.C., su propio guardaespaldas, Artabano, asesinó a Jerjes con la ayuda de un eunuco, Aspamitres, posiblemente por orden de su hijo menor que reclamaba el trono. La quiebra por todas las guerras que emprendió su padre y el asesinato de Jerjes fue el principio del fin del Imperio aqueménida.
Julio César
Julio César tuvo una relación con Cleopatra, introdujo el calendario juliano, amplió enormemente el territorio romano invadiendo Gran Bretaña y construyó un puente de madera sobre el río Rin en sólo diez días. En Roma, formó el Primer Triunvirato, centralizó la burocracia de la República y acabó siendo proclamado “dictador perpetuo”, un cargo extraordinario y vitalicio. De hecho, gracias a él tenemos las palabras César, Zar y Kaiser como sinónimos de “Emperador”, ¿No es genial?
Pero, de hecho, resulta que no todo el mundo pensaba que era genial. En los idus de marzo (el día 15 de ese mes) del año 44 a.C. llegó su final: César fue asesinado por un grupo de senadores rebeldes liderados por su mejor amigo, Bruto, y su cuñado, Casio, quienes lo apuñalaron 23 veces, hasta matarlo. ¿Quién necesita enemigos con amigos así, no? El heredero adoptivo de César, Octavio (más tarde conocido como Augusto), subió al poder y comenzó la era del Imperio Romano.
Vlad el Empalador
Siendo uno de los nombres más legendarios de esta lista, Vlad III es mejor conocido por ser la inspiración del Drácula de Bram Stoker. Recibió su apodo porque sus hombres saqueaban las aldeas sajonas y transportaban a los capturados a su región natal de Valaquia, donde Vlad los hacía empalar.
El sultán otomano, Mehmed II, le ordenó a Vlad Drácula que le rindiera homenaje personalmente, pero a cambio hizo capturar y empalar a los dos enviados del sultán. En 1462, atacó el territorio otomano, masacrando a decenas de miles de turcos y búlgaros. Mehmed lanzó un contraataque contra Valaquia y Vlad se dirigió a Transilvania para pedir ayuda a Matías Corvino, rey de Hungría, pero éste lo hizo encarcelar. Finalmente fue liberado para luchar un día más, pero murió durante la batalla; su cuerpo fue cortado en pedazos y su cabeza fue enviada a su enemigo, Mehmed II. Tras su muerte, tanto rusos como alemanes inscribieron su nombre en el folklore, convirtiéndolo en una especie de hombre de la bolsa.
Oliver Cromwell
Considerado un defensor de la libertad por John Milton, un genio de la táctica militar por Winston Churchill y un dictador regicida por otros, por cada buena acción que Oliver Cromwell realizó, había algo en su haber que era sangriento y brutal. Luchó en la Guerra Civil inglesa, estableció la Commonwealth, dirigió un levantamiento monárquico e hizo ejecutar a Carlos I en 1649, y se autodenominó Lord Protector de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Las políticas de Cromwell acabaron con la vida de miles de personas en Irlanda y Escocia.
Tanto si Cromwell era una fuerza del bien como del mal, murió a los 59 años en Whitehall, el 3 de septiembre de 1658, tras sufrir un envenenamiento de la sangre a causa de una infección urinaria. Fue enterrado con gran pompa tras una ceremonia fúnebre en la Abadía de Westminster. Pero ese no sería el final de su historia: su cuerpo fue exhumado tres años después, colgado con cadenas y decapitado. Sí, leíste bien: fue “ejecutado” tres años después de su muerte. Realmente tienes que haber hecho algo terrible para que te desentierran para matarte de nuevo… como quizás… ¡prohibir la Navidad!
Maximilien Robespierre
Como dijo el fiscal Harvey Dent en The Dark Knight: “O mueres como un héroe, o vives lo suficiente para verte convertido en un villano”. Eso es exactamente lo que le ocurrió a Maximilian Robespierre, se convirtió en un villano y fue ejecutado; se podría decir literalmente que “perdió la cabeza.
Su objetivo era crear una Francia unida e indivisible, la igualdad civil ante la ley, abolir las prerrogativas y defender los principios de la democracia directa. Robespierre también contribuyó a acabar con la esclavitud. Pero su ferviente Reinado del Terror -una serie de masacres y ejecuciones- lo convirtió en el enemigo público número uno. Para colmo de males, prácticamente se consideraba a sí mismo un ser supremo. A pesar de ser una de las figuras más conocidas e influyentes de la Revolución Francesa, finalmente se encontró bajo la misma guillotina que tantas veces había usado en otros y fue decapitado el 19 de junio de 1794.
Nicolás II de Rusia
Nicolás II fue el último emperador de toda Rusia, gobernando desde 1894 hasta su abdicación forzada en 1917. Conocido en la Iglesia Ortodoxa Rusa como San Nicolás
A lo largo de la historia, dictadores, déspotas y demagogos han ascendido al poder ejerciendo el miedo, mintiendo y dividiendo a la sociedad. Desde los antiguos griegos y persas, pasando por tiranos como Gengis Kan y Vlad el Empalador, estos líderes han hecho que hombres corrientes cumplan sus brutales órdenes de invadir, saquear, torturar y masacrar.
El fascismo puede surgir en el seno de cualquier sociedad en la era moderna y actuar a través de la tecnología y el dinero sucio. Además de la desinformación habitual que trae aparejada, cimienta sus bases en el culto a sus líderes, quienes avivan las llamas del racismo y la xenofobia. Te invitamos a conocer cómo algunos de los gobernantes más bárbaros cuyas agendas fueron fuertemente marcadas por la muerte, encontraron su final a través de los milenios, en cuatro continentes diferentes. Como te podrás imaginar, la mayoría de ellos no se fueron en paz, lo que demuestra que, a veces, el karma existe.
Grigori Rasputín se convirtió en su consejero, e incluso lo asesoró en cuestiones estratégicas y militares; el Monje Loco también predijo el fin de la dinastía Romanov. En 1917, Nicolás II se vio obligado a renunciar al trono tras 300 años de reinado de los Romanov y huyó a Ekaterimburgo para ponerse a salvo. Por orden de Vladimir Lenin, él, su esposa Alexandra y sus cuatro hijas e hijo fueron ejecutados por los bolcheviques. Su tumba (menos los cuerpos de su hijo Alexei y su hija María, que fueron encontrados en 2007) fue descubierta en 1979, y sus restos fueron enterrados en San Petersburgo en 1998, ochenta años después de su ejecución.
Enver Pasha
Ismail Enver Pasha fue un oficial militar otomano y líder de la Revolución de los Jóvenes Turcos de 1908. Se convirtió en el líder del Imperio Otomano tanto en las Guerras de los Balcanes (1912-13) como en la Primera Guerra Mundial. Fue aclamado en su país como “el héroe de la revolución”, y los europeos a menudo hablaban de la Turquía otomana como “Enverlandia”… pero no duraría mucho. Como ministro de guerra, fue uno de los principales responsables del Genocidio Armenio, el Genocidio Asirio y el Genocidio Griego; eso significa que es responsable de la muerte de más de 1.500.000 armenios, 300.000 asirios y 350.000 griegos.
En agosto de 1922, mientras permitía a sus tropas celebrar la festividad del Kurban Bayramı (Eid al-Adha) cerca de Dushanbe, la brigada de caballería bashkir del Ejército Rojo, bajo el mando del armenio Hakob Melkumian, lanzó un ataque por sorpresa. Según algunas fuentes, Enver y unos 25 de sus hombres montaron en sus caballos y cargaron contra las tropas que se acercaban, cuando Enver fue asesinado por el fuego de una ametralladora. La leyenda dice que fue decapitado después de su muerte.
José Stalin fue un revolucionario georgiano y político soviético que gobernó la Unión Soviética desde mediados de la década de 1920 hasta su muerte en 1953. Fue secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (1922-1952) y primer ministro de la Unión Soviética (1941-1953) durante la Segunda Guerra Mundial. Su sanguinario marxismo-leninismo provocó 799.455 ejecuciones documentadas en la Unión Soviética entre 1921 y 1953, la hambruna ucraniana de 1932-33 y la creación de los gulags. Su régimen fue responsable de nueve millones de muertes, de las cuales seis millones fueron asesinatos deliberados. Por otra parte, su Ejército Rojo desempeñó un papel fundamental (y a menudo olvidado) en la victoria de la Segunda Guerra Mundial, con 15 millones de soviéticos dando sus vidas para luchar contra el Eje.
El 1 de marzo de 1953, sus guardias lo encontraron en el suelo, cubierto de orina y a duras penas vivo. Debido a que sufrió una hemorragia cerebral, mucha gente se pregunta si podría haber sido envenenado o no. En cualquier caso, tuvo una muerte lenta y dolorosa, sucumbiendo finalmente el 5 de marzo. Su cuerpo fue embalsamado y expuesto en la Casa de los Sindicatos de Moscú durante tres días. La afluencia del pueblo a darle el último adiós fue tal, que un aplastamiento provocó la muerte de un centenar de personas.
Adolf Hitler
Humillados, lamiéndose las heridas de la Primera Guerra Mundial y debiendo afrontar los sofocantes pagos de reparaciones, Hitler y su partido nazi llegaron al poder prometiendo “hacer grande a Alemania de nuevo” en la década de 1930. La adoración por la figura de Hitler lavó el cerebro de la nación, y los llevó a invadir Polonia y Francia en 1939, dando lugar a la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto y la muerte de 85 millones de personas en todo el mundo. Nunca en la historia se ha asociado tanta muerte y destrucción al nombre de un hombre.
En 1945, mientras las tropas británicas y estadounidenses se acercaban a su escondite desde el oeste y las tropas rusas desde el este, Hitler se quitó la vida con una pistola en su búnker. El cadáver del dictador fue identificado por los registros dentales. Su esposa de solamente un día, Eva Braun, se suicidó tomando cianuro.
Benito Mussolini
Tras intentar construir un imperio apoyándose en Hitler y la Alemania nazi, Benito Mussolini llevó a Italia a la Segunda Guerra Mundial por el lado equivocado de la historia. El inventor del fascismo tal y como lo conocemos hoy fue depuesto por su propio Gran Consejo Fascista en julio de 1943, tras la invasión aliada de Sicilia. Mussolini fue encarcelado en una prisión en la cima de una montaña, pero una unidad de las S.S. de primera línea lo liberó de su cautiverio en un audaz ataque en planeador, en septiembre de 1943. Mussolini fue reinstalado como dictador de la muy reducida República Social Italiana, ahora bajo dominio alemán.
Para entonces, la guerra se había dado vuelta, el Eje estaba en jaque y el pueblo italiano había tenido suficiente del dictador. El 27 de abril de 1945, los partisanos lo capturaron a él y a su amante cuando huían de las fuerzas aliadas que se acercaban. Al día siguiente, fueron fusilados y sus cuerpos colgados boca abajo en ganchos para carne en una plaza en Milán.
Vidkun Quisling
Quisling fue un oficial militar noruego, político y colaborador nazi, que dirigió nominalmente el gobierno de Noruega durante la ocupación del país por el ejercito de Hitler. Aunque es casi imposible imaginar un gobierno noruego que no sea igualitario, lideró un movimiento autoritario de corte fascista en su país. Quisling era una figura política menor hasta que aprovechó su gran momento en 1940, cuando la Alemania nazi invadió Noruega en abril de ese mismo año.
Quisling, vendió su independencia política y logró convertirse en dictador de Noruega, siendo apoyado por los nazis, mientras sus compatriotas seguían resistiendo la ocupación alemana hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Quisling fue arrestado por los partisanos noruegos en mayo de 1945, juzgado en agosto, condenado a muerte en septiembre (a pesar de los intentos de distanciarse de sus patrocinadores nazis y de alegar problemas de salud), y ejecutado por un pelotón de fusilamiento el 24 de octubre. Incluso hoy, en Noruega, su apellido es sinónimo de traidor, al igual que el nombre del revolucionario Benedict Arnold en Estados Unidos. Es importante recordar que los dictadores siempre tienen su merecido al final, y que su legado infame los acompañará para siempre.
Kōki Hirota
Kōki Hirota fue un diplomático y político japonés que ocupó el cargo de primer ministro de Japón de 1936 a 1937. Firmó un pacto con la Alemania nazi y la Italia fascista, pero solo ejerció durante un año como primer ministro a causa de que se peleó con su ministro de guerra. Tras la rendición de Japón, Hirota fue detenido como criminal de guerra de clase A y llevado ante el Tribunal Militar Internacional del Lejano Oriente. No ofreció ninguna defensa y fue declarado culpable de librar guerras de agresión, de violar el derecho internacional, de provocar un conflicto bélico contra la República de China y de no cumplir con su deber de evitar infracciones de las leyes de la guerra.
Fue condenado a morir en la horca y ejecutado en la prisión de Sugamo. Pero su castigo sigue siendo controvertido hasta el día de hoy: se cree que la única razón por la que se lo condenó a muerte, fue el hecho de que tenía información sobre lo que ahora se conoce como la Masacre de Nanjing, y que supuestamente telegrafió a la embajada japonesa en Washington, D.C. al respecto.
Ion Antonescu
Ion Antonescu fue un militar y político autoritario rumano cuya postura política de extrema derecha y antisemita, a finales de la década de 1930, lo llevó a ser detenido por el rey Carol II. Sin embargo, ascendió de nuevo al poder, se autoproclamó Mariscal de Rumanía y presidió dos dictaduras sucesivas en como Primer Ministro y Conductor durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial. Hizo que Rumanía se aliara con la Alemania nazi y el Eje, y fue uno de los responsables del Holocausto. Sus políticas impuestas fueron responsables de la muerte de 400.000 personas, en su mayoría judíos de Besarabia, Ucrania y Rumanía, así como también gitanos.
Rumanía perdió 150.000 soldados a manos del Ejército Rojo ruso en la batalla de Stalingrado. En mayo de 1946, Antonescu fue procesado en el primero de una serie de Tribunales Populares, siendo acusado de cometer crímenes de guerra. Fue juzgado, condenado y ejecutado por un pelotón de fusilamiento por ser cómplice de numerosos asesinatos, masacres y genocidios.
Hideki Tojo
Hideki Tojo ascendió dentro de las filas militares japonesas hasta convertirse en ministro del ejército, donde ayudó a diseñar la desastrosa alianza de Japón con la Alemania nazi y la Italia fascista en la Segunda Guerra Mundial. También desempeñó un papel clave en la posterior agresión de Japón contra China y la Indochina francesa. En octubre de 1941, el emperador Hirohito lo nombró primer ministro y llevó adelante el ataque furtivo a Pearl Harbor. Además, Tojo fue responsable de otros crímenes de guerra, como la Marcha de la Muerte de Bataan de los prisioneros de guerra estadounidenses en Filipinas, la esclavización de las “mujeres de solaz” y las innumerables masacres de civiles desarmados y de prisioneros de guerra en los territorios ocupados por Japón.
Tras la rendición incondicional de Japón en 1945, el general estadounidense Douglas MacArthur ordenó la detención de cuarenta presuntos criminales de guerra, incluido Tojo. Cinco soldados estadounidenses fueron enviados a cumplir la orden de arresto. Mientras los soldados estadounidenses rodeaban su casa, Tojo se disparó en el pecho con una pistola, pero no atinó al corazón. Fue posteriormente ahorcado el 23 de diciembre de 1948. En algún momento durante esos tres años, su dentista militar estadounidense grabó “Recuerda Pearl Harbor” en código Morse, en la parte posterior de la dentadura de Tojo, para que siempre lo acompañe.
Josip Broz Tito
Durante la Segunda Guerra Mundial, Tito fue el líder de los partisanos yugoslavos, considerado uno de los movimientos de resistencia más eficaces de la Europa ocupada. También fue Presidente de la República Federal Socialista de Yugoslavia de 1953 a 1980. Agrupó a varios grupos étnicos, religiosos y culturales, y los mantuvo unidos. Durante su gobierno, Tito consiguió mejorar la economía de Yugoslavia tras la Segunda Guerra Mundial, y aunque muchos historiadores consideran a Tito un comandante benévolo, otros comparan su brutalidad con la de Stalin.
A lo largo de 1979, Tito se enfermó gravemente. Poco después, le amputaron la pierna izquierda debido a una obstrucción arterial, y murió de gangrena en el Centro Médico de Liubliana, el 4 de mayo de 1980, tres días antes de cumplir 88 años. Entre los invitados a su funeral se encontraban cuatro reyes, 31 presidentes, seis príncipes y 22 primeros ministros de ambos bandos de la Guerra Fría, pertenecientes a 128 países de los 154 miembros de la ONU en aquella época.
Mao Zedong
Aunque Hitler pasó a la historia como el tirano más malvado de todos los tiempos, el padre fundador y presidente de la República Popular China, Mao Zedong, dirigió un reino de terror que dejó entre 40 y 80 millones de chinos muertos. A pesar de este atroz genocidio, el culto a la personalidad y las buenas acciones de Mao, como haber expulsado al imperialismo de China, hicieron que disfrutara de un poder absoluto hasta el final de su vida, muriendo pacíficamente el 9 de septiembre de 1976, a la edad de 82 años.
Aunque no hubo justicia para Mao, su muerte provocó la caída de la tristemente célebre “Banda de los Cuatro”, una camarilla de funcionarios radicales dirigida por su esposa, Jiang Qing, responsable de muchos de los peores excesos de la Revolución Cultural. Tras su muerte, el cuerpo de Mao fue embalsamado para que pudiera ser venerado como una especie de dios mortal, y un millón de chinos fueron a despedirse de él. En 1978, Deng Xiaoping tomó las riendas del gobierno y lanzó a China por una senda de reformas y rápido crecimiento económico que continúa en la actualidad con Xi Jinping.
Kim Il-Sung
Nacido en 1912, Kim Il-Sung fue el fundador de Corea del Norte, y llevó adelante su dictadura desde la creación del país en 1948 hasta su muerte en 1994. Guerrillero y exiliado, subió al poder en 1945 tras el fin del dominio japonés. Bajo su liderazgo, Corea del Norte se estableció como un estado comunista con una economía planificada y de propiedad pública. En 1950, llevó adelante la invasión de Corea del Sur, en la que murieron cinco millones de personas. En la década de 1960, el culto a su figura lo había elevado a un estatus casi similar al de Marx, Lenin, Mao o Stalin en el panteón comunista, y se convirtió en un Líder Supremo de carácter divino.
El 8 de julio de 1994, Kim Il-Sung se desplomó de un ataque al corazón en su residencia de Pyongyang. Su hijo, Kim Jong-il, ordenó al equipo de médicos que estaba constantemente al lado de su padre que se marchara y dispuso que los mejores médicos del país fueran trasladados en avión. A pesar de sus esfuerzos, Kim Il-sung murió ese mismo día a la edad de 82 años. Kim Jong-il reinó desde 1994 hasta su muerte en 2011. En la actualidad, su hijo Kim Jong-un es el líder de Corea del Norte.
Park Chung-hee
Tras una carrera en el ejército surcoreano, Park Chung-hee fue presidente de Corea del Sur a partir de 1963. Chung-hee inauguró la Tercera República e integró a Corea del Sur al mercado internacional. Fue muy positivo para el desarrolló de su país, y creó una serie de políticas económicas que hicieron que se convirtiera en una de las naciones de más rápido crecimiento durante las décadas de 1960 y 1970. Pero no todo fue bueno en su gobierno. En 1972, encabezó un autogolpe de Estado, inspirado por su amigo, el presidente Marcos de Filipinas. En 1975, Park ordenó retirar a los indigentes de las calles de Seúl; miles de personas fueron capturadas y enviadas a campos de trabajo forzado donde muchos murieron bajo tortura.
El 26 de octubre de 1979, Park fue asesinado por uno de sus mejores amigos, Kim Jae-gyu, jefe de la Agencia Central de Inteligencia de Corea. Él y sus hombres le dispararon además a varios guardaespaldas de Park para asegurar el éxito del ataque.
Anwar Sadat
Anwar Sadat, junto a sus Oficiales Libres, derrocaron al rey Faruk en la Revolución Egipcia de 1952. Posteriormente, ejerció los cargos de presidente y primer ministro a partir de octubre de 1970. Dirigió a Egipto en la Guerra del Yom Kippur, de 1973, para recuperar la península egipcia del Sinaí que Israel había ocupado desde la Guerra de los Seis Días de 1967; eso lo convirtió a Sadat en un héroe en Egipto y en el resto del mundo árabe. Luego, entabló negociaciones con Israel, que culminaron con el Tratado de Paz egipcio-israelí, que le valió el Premio Nobel de la Paz.
En septiembre de 1981, los hombres de Sadat acorralaron a 1.500 personas, entre ellas muchos miembros de la Yihad, el Papa y miembros del clero coptos, intelectuales y activistas de todas las tendencias ideológicas. A partir de ese momento, se prohibió toda la prensa no gubernamental. Sin embargo, la redada pasó por alto una célula militar yihadista dirigida por el teniente Khalid Islambouli, que estaba a punto de liderar una revuelta. Durante el desfile anual de la victoria celebrado en El Cairo, Islambouli vació su fusil de asalto contra Sadat en la parte delantera de la tribuna, matando al presidente y a otras once personas. Se emitió una fatwa contra Islambouli y fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento en abril de 1982.
Idi Amin
Idi Amin tomó el poder de Uganda y se convirtió en presidente entre 1971 y 1979. Mientras estuvo en el poder, el Carnicero de Uganda desencadenó masacres contra grupos étnicos africanos rivales, llegando a asesinar a unas 300.000 personas. También fue responsable de perseguir y confiscar las propiedades de decenas de miles de inmigrantes sudasiáticos. Tal vez su incidente más audaz fue intentar dar refugio a los secuestradores palestinos que obligaron a un avión de Air France a aterrizar en el aeropuerto de Entebbe (Uganda), lo que provocó una sangrienta operación de comando de las fuerzas especiales israelíes para liberar a los rehenes. Como si eso fuera poco, asesinó y desmembró a una de sus esposas y también fue acusado de ser un caníbal.
Tras ser derrocado por una invasión tanzana en 1978, la familia real saudí le financió una lujosa vida en el exilio en Jeddah. En julio de 2003, la cuarta esposa de Amin informó que él se encontraba en coma, en un hospital de Arabia Saudita, al borde de la muerte a causa de una insuficiencia renal. Le suplicó al presidente ugandés, Yoweri Museveni, que le permitiera regresar a Uganda. Museveni respondió que Amin tendría que “responder por sus pecados en el momento en que lo trajeran de vuelta”. Su familia le desconectó el soporte vital, y Amin murió en Jeddah el 16 de agosto de 2003.
Francisco Franco
A menudo olvidamos que España estuvo bajo el gobierno de un autócrata fascista hasta 1975. Después de ganar la Guerra Civil española -durante la cual se alió con los nazis y los italianos para el bombardeo de la ciudad vasca de Guernica, en el que murieron entre 400 y 1.654 personas-, Franco gobernó entre 1936 y 1975, periodo durante el cual se cree que fueron ejecutados otros 30.000 disidentes políticos por orden suya. Franco a menudo se salía con la suya y su medio favorito de asesinato extrajudicial era el garrote. Sin embargo, el dictador quedó literalmente impune. Parte de la indulgencia que recibió fue gracias a su firme postura anticomunista, que lo convirtió en aliado de Estados Unidos durante la Guerra Fría.
Franco desarrolló problemas de salud, incluyendo la enfermedad de Parkinson, cayendo finalmente en coma y muriendo el 20 de noviembre de 1975, a la avanzada edad de 82 años. Pero luego de tantos años de asesinatos y represión llegó la paz: antes de morir, Franco sentó las bases para la restauración de una monarquía constitucional con el rey Juan Carlos como jefe de Estado de una España democrática.
Pol Pot
Los Jemeres Rojos fueron uno de los movimientos políticos más asesinos de la historia moderna. Sedientos de sangre y fanáticos marxistas, le declararon la guerra a la modernidad y a la tecnología, con la intención de convertir Camboya en una simple utopía agrícola. Masacraron a los habitantes de las ciudades, a los comerciantes, a los profesores y a los intelectuales. En total, los Jemeres rojos masacraron a unos dos millones de camboyanos entre 1975 y 1979 en nombre de Pol Pot. Su ansia de violencia era tan ilimitada como ingenua: una desacertada invasión a Vietnam provocó una contrainvasión vietnamita entre 1978 y 1979, que derrocó a Pol Pot y obligó a los Jemeres rojos a retirarse a las selvas del oeste de Camboya cercanas a la frontera tailandesa.
Tras una serie de luchas internas por el poder en la década de 1990, Pol Pot finalmente perdió el control de movimiento. En 1996, sobrevivió a un motín entre sus seguidores, para ser puesto bajo arresto domiciliario tras un juicio interno de los Jemeres Rojos en 1997. El 15 de abril de 1998, Pol Pot murió mientras dormía, aparentemente de un paro cardíaco. Su muerte lo salvó de tener que enfrentar un juicio previsto por genocidio ante el Tribunal de Crímenes de Guerra de La Haya.
Augusto Pinochet
Augusto Pinochet fue un general militar despiadado que, en 1973, se hizo con el poder de Chile mediante un golpe de Estado respaldado por Estados Unidos, como parte del Plan Condor. Pinochet derrocó al gobierno de la Unidad Popular elegido democráticamente por Allende y puso fin al régimen civil. Su junta militar gobernó Chile durante diecisiete años, hasta 1990. Su gobierno autoritario de extrema derecha mató al menos a 3.000 personas y torturó a unas 29.000 en campos de detención.
Fue detenido en Londres en 1998, en virtud del principio de jurisdicción universal, y recluido en arresto domiciliario en Gran Bretaña, hasta que el gobierno británico decidió no extraditar a Pinochet para que fuera juzgado en España y lo dejó en libertad. En el momento de su muerte por insuficiencia cardíaca congestiva y edema pulmonar, el 10 de diciembre de 2006, seguían pendientes unos 300 cargos penales contra este déspota pseudopopulista en Chile por numerosas violaciones de los derechos humanos durante sus 17 años de gobierno. Además, fue procesado por evasión de impuestos, malversación de fondos, por tener cuentas bancarias secretas y por haber hecho negocios con armas durante y después de su gobierno.
Nicolae Ceaușescu
Tras escapar de la cárcel en agosto de 1944, poco antes de la ocupación soviética de Rumanía, Ceaușescu fue secretario de la Unión de la Juventud Comunista. Fue elegido secretario general en marzo de 1965, tres días después de la muerte de su mentor, Gheorghiu-Dej. Uno de sus primeros actos fue cambiar el nombre del partido, que pasó de ser el Partido Obrero Rumano a ser el Partido Comunista de Rumanía. A partir de 1974, durante su mandato como presidente, su policía secreta mantuvo un rígido control sobre la libertad de expresión y los medios de comunicación, y una política de tolerancia cero frente a la disidencia. Hizo ilegales la anticoncepción y el aborto, sometió al pueblo romaní a crímenes de odio y sus políticas de exportación masiva provocaron escasez de alimentos, combustible, energía y medicinas.
Cuando el pueblo rumano se volvió contra él en 1989 -en el marco de una serie de levantamientos anticomunistas y contra la Unión Soviética en Europa del Este ese año- su poder se desvaneció rápidamente. Fue detenido, juzgado y ejecutado por un pelotón de fusilamiento junto con su esposa. La Revolución Rumana fue uno de los catalizadores del colapso del Imperio Soviético. Por desgracia para él, la pena de muerte fue abolida al año siguiente.
Samuel Doe
Samuel Doe fue un político que ejerció como líder de Liberia entre 1980 y 1990, primero como militar y después, como civil. Mientras era sargento mayor de las Fuerzas Armadas de Liberia, Doe dio un violento golpe de Estado en abril de 1980, ejecutando al entonces presidente, William Tolbert, junto con la mayor parte de su Partido Verdadero Whig, y tomó su lugar como jefe de Estado de facto.
Doe fue fuertemente apoyado durante mucho tiempo por Estados Unidos debido a su postura anticomunista, pero la alianza disminuyó tras el fin de la Guerra Fría. En diciembre de 1989 se desató una guerra civil, cuando los rebeldes -entre ellos su antiguo aliado Charles Taylor, que se había fugado de una cárcel estadounidense- entraron en Liberia a través de Costa de Marfil. Doe fue capturado en Monrovia el 9 de septiembre de 1990 por Prince Y. Johnson. Para demostrar que no estaba protegido por la magia negra, Johnson ordenó que le cortaran las orejas en su presencia, y masticó una de ellas mientras bebía cerveza. Luego, le cortaron también los dedos de las manos y de los pies. Doe murió después de que Johnson lo torturara durante 12 horas y su cadáver fue posteriormente exhibido desnudo en la calle. Su tortura fue grabada en vídeo y transmitida por los noticieros de todo el mundo.
Saddam Hussein
Saddam Hussein sembraba el terror a donde quiera que fuera. Durante sus 24 años de reinado despótico, su despiadada policía secreta Mukhabarat mató a decenas de miles de personas. Entre 1986 y 1989, mató a 100.000 kurdos y chiíes durante el genocidio de Anfal utilizando gas nervioso. En 1980, invadió Irán dejando a su paso más de un millón de muertos; en 1990, invadió Kuwait dando lugar a la primera Guerra del Golfo y masacró a un número similar de chiíes durante las rebeliones posteriores. También intentó asesinar al presidente George H. W. Bush.
En marzo de 2003, el presidente George W. Bush ordenó la invasión estadounidense de Irak y, tras eludir a las fuerzas norteamericanas durante casi nueve meses, Hussein fue finalmente capturado en un agujero en el suelo, el 13 de diciembre de ese mismo año. Fue juzgado por un tribunal iraquí por cargos de genocidio relacionados con el asesinato en 1982 de 148 chiíes iraquíes; fue declarado culpable el 5 de noviembre de 2006 y ejecutado el 30 de diciembre. Un observador iraquí introdujo una cámara y grabó secretamente la ejecución, mientras el verdugo chiíta y los testigos lo insultaban. El video del ahorcamiento de Hussein se convirtió en un macabro éxito viral en Internet.
Muamar el Gadafi
En 1969, Muamar Muhamad Abu-minyar el Gadafi dirigió a un grupo de jóvenes militares libios contra el rey Idris I en un golpe de Estado sin derramamiento de sangre. Gadafi gobernó Libia como Presidente Revolucionario de la República Árabe Libia de 1969 a 1977. Luego, le cambió el nombre por Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista, transformando así su país en un nuevo Estado socialista, desde 1977 hasta su muerte en 2011. Durante ese tiempo, expulsó a la población italiana y judía de Libia, así como también al ejército estadounidense y, aunque algunos dicen que fue una fuerza del bien, ya que aportó mucha riqueza a sus ciudadanos, supuestamente violó los derechos humanos y financió el terrorismo mundial. Estados Unidos trató sin éxito de destronarlo durante décadas.
Gracias a la tecnología de los teléfonos con cámara, en 2011, la captura y muerte del coronel Gadafi a manos de las milicias rebeldes fue transmitida en todo el mundo por todas las cadenas de noticias. Una temblorosa filmación, presumiblemente a través de un celular Motorola, mostraba cómo era golpeado por una turba enfurecida antes de ser sodomizado con una bayoneta y recibir varios disparos.Fuente :YAS-By Karen Taylor. Fansided