Qué papel jugaron Napoleón y sus tropas en la independencia de los países de América Latina
Napoleón tenía un control casi absoluto sobre Europa continental después de derrotar a las tropas del zar Alejandro I y Francisco I de Austria; el plan de dos jóvenes criollos
Mientras el poderoso emperador francés Napoleón Bonaparte pasa revista a sus tropas en una llanura en el norte de Italia, dos jóvenes criollos -hijos de prestantes familias españolas nacidos en las colonias de América- se acercan lo más que pueden a él.
Están asombrados por la grandeza del espectáculo, pero sobre todo, por la sencillez del hombre al que tienen a pocos metros de distancia.
“Quizás Napoleón, que nos observa, va a sospechar que somos espías”, comenta uno.
Pero el otro está estático, paralizado. “Yo” le relataría años después el libertador Simón Bolívar al militar Luis Perú de Lacroix, quien publicó los testimonios en su libro “Diario de Bucaramanga”, “ponía toda mi atención en Napoleón, y sólo a él veía entre toda aquella multitud de hombres que había allí reunidos”.
“Mi curiosidad no podía saciarse, y aseguro que entonces estaba muy lejos de prever que un día sería yo también objeto de la atención, o si se quiere, de la curiosidad de casi todo un continente y puede decirse también del mundo entero”.
A pesar de no haber participado directamente en las gestas independentistas de los territorios que conocemos como América Latina, Napoleón jugó un papel fundamental en su desencadenamiento, más allá de inspirar a jóvenes próceres como Bolívar.
La invasión a España
Para 1807, Napoleón tenía un control casi absoluto sobre Europa continental después de derrotar a las tropas del zar Alejandro I y Francisco I de Austria en la batalla de Austerlitz, y había alcanzado un acuerdo con España para invadir Portugal.
Este último país era el único del continente que aún mantenía rutas comerciales con Reino Unido, y al cerrarlas, Francia lograría dejar a Gran Bretaña cercada y aislada del continente.
Envalentonado por sus consecutivas victorias militares, Napoleón decidió que le convendría más apoderarse de España que asociarse con ella, y así consolidar el control absoluto sobre la Península Ibérica.
En mayo, Napoleón invitó al rey Fernando VII y a su familia a Bayona: le obligó a abdicar para instalar en su lugar a su hermano José Bonaparte.
Estos hechos desencadenarían la cruenta guerra de la Independencia Española, en la que durante 5 años tropas españolas, británicas y portuguesas se enfrentarían a los invasores franceses.
“Esto es muy complicado de entender para nosotros, porque nunca hemos vivido bajo un reinado, pero si piensas como un español de la época, para quien los reyes eran una especie de semidioses, la ausencia del rey genera muchísimas incertidumbres”, le explica a BBC Mundo Rubén Torres, politólogo de la UNAM en México y experto en historia latinoamericana.
Esas incertidumbres llevaron a un proceso de grandes transformaciones internas en España que, a su vez, tendrían repercusión directa en las colonias americanas.
“Y es esta crisis política que se vivió entre 1808 y 1814 la que va a derivar en la independencia de muchas naciones, casi de la mayoría de las naciones latinoamericanas”.
Vacío de poder
Los ideales de la Revolución francesa y la Revolución estadounidense de finales del siglo XVIII pudieron ser los precursores del sentimiento independentista latinoamericano, pero sin el vacío en el poder que se dio en España con la invasión francesa, los hechos pudieron haber sido muy diferentes.