Ana Ibáñez, neurocientífica: “Hay que agendarse 20 minutos diarios de placeres culpables, el cerebro lo necesita”
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Estamos tan trillados y estresados que nos conformamos con muy poco, y a veces lo que identificamos como nuestro momento de placer, es en realidad el de otros. O identificamos como placer hacer algo que, simplemente porque no sea nuestra tarea profesional, ya nos parece placer: ir al gimnasio; aprender un idioma; escuchar un podcast… “Tenemos una mentalidad finalista, pensamos que todo tiene que tener un rendimiento tangible”, comenta Ana Ibáñez , una ingeniera química que lleva años estudiando las conexiones y la energías cerebrales. Desayuno con ella en un encuentro muy interesante organizado por The Other Beauty para hablar del placer, así, en general, mucho más allá del placer sexual. Ana nos lanza una pregunta bomba a todas: ¿cuál es la última vez que te has dedicado a algo placentero que no tenga otro objetivo que darte placer?
LA ENERGÍA SANA ES LA QUE SALE DEL AMOR
Pues tu cerebro necesita de esos momentos, son los que Ana llama ‘placeres culpables’. “No me refiero a actividades ilícitas, adictivas ni nada por el estilo. Me refiero a esos momentos que te dedicas a ti, en los que si lo piensas te sale un ‘ quizá debería estar haciendo esta cosa que tengo pendiente’, pues eso son placeres absolutos.
No se trata de volverse un ‘viva la vida’ ni un irresponsable, sino de equilibrar los deberes con los placeres. “Si en la balanza solo hay deberes, nuestro cuerpo tendrá problemas”, previene la experta.
Las investigaciones de Ibáñez están centradas en analizar y medir la energía desprendida por el cerebro “algo que ya nadie discute que es así”. Pero no siempre desprendemos la misma energía, asegura, ésta fluctúa, y la buena noticia es que podemos influir para que sea positiva o negativa. “No solo nuestros pensamientos cambian nuestro nivel energético, sino que nuestro nivel energético también determina qué tipo de pensamientos tenemos”. La siguiente noticia que nos da ya no es tan buena: “Generar un pensamiento negativo requiere poca energía comparada con la que se necesita para generar un pensamiento positivo. Es decir, que si estás cansado es mucho más fácil que experimentes pensamientos negativos. Por eso por la noche o en periodos de cansancio extremo o falta de sueño vemos todo más negro”.
Pero el cerebro no es el único órgano del cuerpo que genera energía, es más, la suya propia la genera con la ayuda del corazón, el otro gran órgano: “Cerebro y corazón trabajan juntos para generar la energía vital. De hecho, la energía que emana de tu corazón es cincuenta mil veces mayor que la que emana de tu cerebro. Pero tampoco este órgano genera siempre la misma energía”, advierte Ana: “De todas las emociones, las que movilizan más energía en nuestro corazón son el amor y el miedo. Y de las dos, el amor es la emoción que más campos electromagnéticos mueve en nuestro interior, es algo que está comprobado científicamente”.
De ahí ese buen rollo que percibe alguien cuando siente amor: vemos todo más fácil y bonito, pues tiene una explicación científica: “Despides una buena vibración que afecta a tus átomos y sus enlaces, y también a tu entorno. Cuando estás muy feliz, alegre, con emociones positivas, los que están a tu alrededor se contagian? Y al revés también”.
Hasta aquí, tenemos claro que el camino del amor es el más rentable. Pero el amor, previene la experta, no es solo el de pareja. “El amor por uno mismo y la autoestima es fundamental porque siempre puede estar con nosotros.
¿POR QUÉ NECESITAMOS PLACERES CULPABLES Y CÓMO SE CONSIGUEN?
La energía positiva que consigue equilibrar la balanza de la energía negativa (fuente del cúmulo de deberes que tenemos) viene del placer consciente. “El placer culpable se logra con actividades que nos apetecen y que no tienen más objetivo en sí mismas que el de hacernos disfrutar”.
Se trata de dar un respiro al cerebro respecto a los ‘deberes’ que le invaden, y la única forma de conseguirlo es hacerlo un imprescindible del día, como el comer o la higiene. “Agendarse entre 20 minutos y media hora al día de placer autoculpable es una gran herramienta para nuestra salud mental , pero también para la salud cerebral”.
La energía generada en cada momento, ya sea de placer o deber, es medible. “Las neuronas se comunican a través de pequeños impulsos eléctricos que se pueden medir y que llamamos ondas cerebrales. Según si estamos en un momento de estrés, de concentración o de relajación, emitimos ondas en unas frecuencias o en otras“.
Podemos tener más tendencia a vibrar en una banda que en otra, pero esto no vine de fábrica y así nos quedamos, no. Debido a la plasticidad del cerebro se puede ir modificando y entrenar una banda concreta. Eso es lo que hace Elena en los entrenamientos que lleva a cabo en sus centros MindStudio.”a través de un electroencefalograma y tecnología específica hacemos trabajar al cerebro para que aprenda a ir a estados óptimos de frecuencias cerebrales y sepa cómo pasar por sí mismo de unos estados a otros. Son entrenamientos no invasivos y agradables que se pueden realizar con cualquiera, desde niños a adultos”.
El miedo en sí no es malo, es una sensación incomodísima pero que tiene como objetivo advertirnos de algo. “Todos los sentimos, no se trata de eliminarlo, sino de aprender a pasar del miedo al amor de forma controlada cuando no nos interesa actuar desde el miedo”, cuenta Ana, que asegura que después de año trabajando con directivos y gente de éxito sabe que el miedo es común a todos los seres humanos. Lo que marca la diferencia entre unos y otros, es que algunos saben atravesarlo. “El miedo no podemos eliminarlo, porque responde a nuestra parte más primitiva y sigue con nosotros. Pero cuando lo observas con distancia y la técnica adecuada se hace muy pequeño”. En su libro “Sorprende a tu mente” (Editorial Planeta) explica con detalle la forma de funcionar de esta emoción y cómo ponerla a jugar a nuestro favor, así como otras como el estrés, la ansiedad o la atención.
TRES EJERCICIOS PARA EMPEZAR A GENERAR UNA ENERGÍA MÁS POSITIVA
- Si estás cansado, no tomes decisiones. Cuando te veas inmerso en una secuencia de pensamientos negativos, identifiques que lo que subyace detrás es más cansancio que otra cosa. No estás viendo las cosas como son y es mejor no darle vueltas desde ese lugar energético que no es capaz de construir en positivo.
- Dedica media hora al día, ¿qué menos en un día de 24 horas? a un placer autoculpable, que no tenga como objetivo conseguir nada. Si el deporte de da placer porque te gusta, estupendo, pero si lo hace solo para tener un buena figura, sigue haciendo deporte pero no en tu rato de placer autoculpable. Para unos será ver una seria, para otros una lectura, o un masaje o lo que cada uno eleija, pero que la única razón sea que te hace sentir bien.autora. Ana Ibáñez