Él “sufre” cien erecciones diarias y no puede evitarlo. “No hay descanso”, se lamenta ella
Editado por: Victor Henry Navarro
“Siempre está erecto: en el gimnasio, en la tienda, en el bar. Me pregunté si a las demás parejas les ocurría lo mismo”, dijo la mujer.
Vikki Brown, de 31 años, y Lucas Martins, de 39, residen en la ciudad inglesa de Stoke-on-Trent. Se conocieron por casualidad en el año 2020 —mascarillas mediante— en la cola de un supermercado y desde entonces disfrutan de una apasionada relación.
Sin embargo, no todo es dicha en el vínculo. A Vikki le preocupan las permanentes y a menudo inoportunas erecciones de su pareja. Afirma que son muy frecuentes y que sobrevienen en cualquier lugar y circunstancia: de compras en una tienda, tomado café en un bar, etcétera.
Lucas incluso fue a una clínica para hablar de su caso, pero le dijeron que no era un problema médico. Por otra parte, sostiene que nunca experimentó nada parecido antes de conocer a Vikki, y lo atribuye a que ella es una “diosa”.
“Basta que ella me mire o me hable y ya siento apetito de ‘eso’”, explica en declaraciones recogidas por el periódico Metro.
El joven asegura que gracias a la “química explosiva” entre ambos, sus genitales están permanentemente en estado de alerta. “Simplemente me voy a la cama, miro a Vikki y tengo una erección. Me acuesto ‘duro’ y me despierto igual”, cuenta.
“Ella es básicamente una fruta prohibida y por esa razón solo quiero comerla”, comenta con humor.
Por su parte, Vikki asegura corresponder los sentimientos de su pareja, pero le preocupa un poco que él sea tan rijoso. “Me desea todo el tiempo”, comenta, y asegura que esa pasión permanente está comenzando a interferir en su vida cotidiana.
La mujer aclara que, de momento, viven cada uno en su casa, situación que le permite tener algún respiro. Sin embargo, eso podría cambiar si deciden convivir.
Ahora, y tras dos años de relación, Vikki se pregunta si lo que vive con su novio sucede también en otras parejas o es algo excepcional.
“Desde que estamos juntos, no deja de estar erecto. Le pasa en tiendas, restaurantes, en el gimnasio. No hay descanso, y me preguntaba si otras parejas son iguales”, comenta.
“En la cama es lo mismo, puede irse a dormir con una erección y despertarse con otra. Y aunque hace turnos de noche no hay ningún cambio en eso”, detalla.
La mujer insiste en que la entrepierna de Lucas se encabrita sin necesidad de ningún estímulo erótico. “Estamos hablando de ir a la montaña el siguiente fin de semana, y le surge una erección”, ejemplifica.
Para Lucas, que trabaja como administrativo, la situación no le molesta demasiado y, en tono de broma, le pasa parte de la “culpa” a Vikki. “Tengo a mi lado a una mujer maravillosa, es una diosa”, la halaga.fuente montevideo.uy